Cabo 2° Alexis Sánchez

El “niño maravilla” de la Base Antártica Arturo Prat

El cocinero de la base austral de la Armada cumple un rol fundamental en el día a día de la dotación y se convirtió en pocos días en el astro de la Península.

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El Cabo 2° Cocinero Alexis Sánchez, cocinero de la Base "Prat".

Oriundo del cerro Las Cañas de Valparaíso, se crió viendo el mar y los buques desde las alturas del mítico puerto de la región de Valparaíso, siendo siempre su sueño ser marino y cocinero. Hoy, con 14 años sirviendo a la Armada de Chile, es padre de una hermosa familia de tres hijos y se encuentra viviendo el mayor desafío profesional de su vida, o para otros, el partido más importante, debido a que su nombre lleva consigo incontables comparaciones con el crack de La Roja.

El Cabo 2° Cocinero Alexis Sánchez recibe a quien llega a su nueva casa, la Base Arturo Prat, en la Antártica, con una cálida sonrisa y una invitación a disfrutar un café y un sándwich, en tierras donde el frío y el viento azotan de manera abrumadora a todos los visitantes. Con un carisma evidente, el “cookie” de la dotación que permanecerá en la base todo el 2020 no pasa desapercibido, no tan sólo por su nombre, sino por su talento innato en la cocina y buen trato con la gente.

Cuenta, entre risas, que desde hace varios años el nombre le ha regalado varios momentos de carcajadas y atrae la atención de la gente, ya sea cuando es nombrado en el hospital, banco o cualquier lugar público. El más reciente, lo vivió en la despedida en Punta Arenas a la dotación de la cual es parte a cargo del Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval, Contraalmirante Ronald Baasch, quien no podía creer que estaba en presencia del propio Alexis Sánchez.

“Todos me quedan mirando y yo les digo que soy la copia. No juego a la pelota, pero soy muy buen cocinero y la cocina es mi área chica. Cocino de maravilla”, señala.

UN NUEVO HOGAR

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El miércoles 20 de noviembre de 2019 fue un día trascendente para 10 efectivos de la Armada de Chile, puesto que arribó a la Base Arturo Prat, en la Península Antártica, la dotación 2020 que cumplirá la honorable misión de custodiar la soberanía chilena, tareas de señalización, procurar el cuidado del medio ambiente, apoyo científico y de verificación del tráfico marítimo en el Continente Blanco.

Tal como lo relata el Comandante de la Base, Capitán de Corbeta Oficial de Mar Ricardo Sepúlveda, “las distintas especialidades de la dotación cumplen un rol específico y vital para el funcionamiento de la base, las cuales en conjunto permiten realizar en pleno todas las actividades que tenemos planificadas para este año”.

Es en éste, el lugar más austral del mundo, el Cabo 2° Alexis Sánchez viene a cumplir un sueño y nuevas metas en su carrera profesional, donde permanecerá un año calendario lejos de su querida familia para llevar a cabo su pasión, que para muchos, lo hace acercarse mucho más con el reconocido jugador de fútbol, puesto que se destaca considerablemente por su buen trabajo y sencilla personalidad.

PONER LA MESA

El Cabo 2° Alexis Sánchez conoció a Lisa Torres, su esposa hace ya 10 años y madre de sus tres hijos, en el Instituto Marítimo de Valparaíso, cuando ambos cursaban primero medio y comenzaban a adentrarse en los estudios culinarios. Ambos son fanáticos y profesionales de la cocina, pero la felicidad de uno y otro radica en la crianza de sus hijos Nicolás (13), Benjamín (9) y Rafaella (4).

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El Cabo Sánchez, que desde pequeño quiso ser cocinero, cuenta que su madre y abuela fueron su primera y mejor escuela, ya que le forjaron la dedicación y cariño por quienes uno trabaja al momento de cocinar. Ahora su esposa y compañera de cocina es quien cumple ese papel, cocinando palmo a palmo cada desayuno, almuerzo y cena para la familia.

“Mi madre es una cocinera espectacular. Con ella aprendí muchas técnicas de cocina, especialmente en masas y dulces. Sin duda fue mi mejor escuela. Por otro lado está mi mujer, en la casa cocinamos ambos y siempre resulta que lo hace el que tenga más tiempo, porque con tres niños es difícil. Casi siempre ella cocina más que yo. Es una excelente mujer, muy buena compañera y es un pilar fundamental en este momento para mí, porque ella es la que me da la fuerza para seguir el día a día acá”, comenta.

Al momento de hablar sobre este año 2019 y su preparación para esta misión en el Continente Blanco, cuenta que en lo profesional todo comenzó en marzo de 2019 con la planificación de víveres, cursos intensivos y trabajos psicológicos. Sin embargo, resalta que la mayor preparación es para las familias que se quedan en tierra.

“En el año que nos preparamos para venir acá hicimos cursos bastantes intensivos que sirven harto para nuestra formación, pero la preparación va más para la familia que para uno. Uno está acostumbrado a salir del hogar, donde siempre vuelve a lo más a los 3 meses, pero ahora es un año completo. Si lamentablemente pasa algo, no van a tener el apoyo fundamental que es de uno, pero dejamos bien preparada la casa y a todos nuestros familiares”, reflexiona.

No obstante, el Cabo Sánchez sabe que antes de partir tiene que dejar bien puesta la mesa, teniendo la experiencia de 2014 como uno de los períodos más largos fuera de casa, debido a su comisión en Haití. En aquella oportunidad permaneció 10 meses embarcado, pasando Navidad, Año Nuevo, aniversario de matrimonio, cumpleaños de su esposa e hijos, desde la distancia. 

“Fue duro, pero siempre se puede salir adelante con el apoyo de la familia. Eso es muy importante para poder estar en un lugar lejos de ellos”, expresa con mucha madurez.

NUEVO AÑO A LA CARTA

 

El Cabo 2° Alexis Sánchez es un agradecido de la vida, de su familia y de la Armada de Chile. Lo expresa en sus gestos y en cada palabra que pronuncia al respecto, dejándolo claro en cada plato que prepara con suma dedicación. Pese a llevar tan solo una semana radicado en la Antártica –a la fecha de realización de este reportaje-, su motivación y enorme compromiso con la labor es algo que destaca cada marino o civil que tiene el privilegio de visitar la Base Arturo Prat.

“Estoy muy agradecido y contento de estar en el lugar que estoy. Han sido 14 años extraordinarios. He tenido la oportunidad de viajar por distintos lugares, pero éste es un desafío totalmente diferente. Estar un año en la Antártica con una familia de 10 personas va a ser algo impagable. Espero que sea un año espectacular y que sea grato para todos”, piensa.

Pero el Cabo Sánchez, al igual que el crack de La Roja, tiene más de un recurso para llegar a sus metas y prueba de ello es la gran responsabilidad que le otorga a su rol en la dotación, sabiendo que la cocina y el rancho para un navegante o marino en tierra es a veces la parte más esperada de la jornada.

“Yo sé que la cocina es muy importante y hay que tenerlos a todos contentos con la guatita llena. Acá están felices con los días que llevo cocinando, se come bien, a la hora y todo calientito. El cocinero cumple un rol fundamental y hay que tratar de darles en el gusto a todos. Aquí se hace pan, tortas si hay cumpleaños, y por supuesto que nuestra tradición de los días jueves no se pierde”, comenta, a propósito de la empanada, cazuela y mote con huesillos.

Por esa misma razón, todo el menú para 2020 se preparó cuidadosamente durante 2019, para finalmente embarcar los víveres en dos contenedores, uno con comida seca y otro con congelados, los cuales llegaron a bordo del LSDH “Sargento Aldea” en su comisión Antártica, sabiendo que esa carga tiene que durar toda la permanencia de la dotación. Los menús ya están hechos, las minutas planificadas y los desgloses e ingredientes para festividades están todos calculados al detalle.

Para el “cookie” austral, además, no dejar de ser relevante poder demostrar su mejor carta de gol, el plato que para él es la especialidad de la casa: “A mí me encantan las pastas, pero el risotto es mi especialidad, me vuelve loco. También puede ser con una plateada con pastelera y así podría seguir, la verdad es que me encanta la cocina”.

FINAL DE TEMPORADA

El tiempo libre en este lugar del mundo es bastante limitado y generalmente se ocupa para descansar, pues se trabaja al 100% para mantener la Base Arturo Prat de manera operativa las 24 horas, los siete días de la semana, más aún en el verano, cuando llegan hasta la Base distintas unidades de la Armada.

No obstante, para el Cabo Sánchez la distracción y el esparcimiento van de la mano con la productividad y el generar ayuda, pues es sincero a la hora de decir que no es muy amigo del deporte como su reconocido tocayo, pero sí de trabajar constantemente en el taller que existe en la base.

“Fuera de la cocina me gusta ir al taller. Me gusta soldar, la gasfitería y la carpintería, oficios que aprendí con mi padre. Honestamente lo hago bastante bien, (y comenta entre risas) tal vez mejor que algunos de los que hicieron el curso acá. A veces me piden ayuda y yo feliz, porque aparte acá todos nos ayudamos. Todos somos uno”, señala.

De manera grata, la conversación con el cookie se ve constantemente interrumpida debido a los agradecimientos y felicitaciones que personalmente le hacen llegar las distintas personas que por estos días rondan la base antártica, correspondidas amable y humildemente por quien, entre tanto, prepara la cena de la dotación para las 19 horas.

La última pregunta que debió responder el “cookie maravilla” fue una más a largo plazo, que se dispuso a responder pese a recién completar su primera semana en el Continente Blanco. ¿Tienes alguna idea de qué harás al regresar luego de un año? Muy emocionado contestó: “La respuesta es complicada. Pero pienso en llegar y pegarme unas buenas vacaciones con toda mi familia. Por sobre todo, ellos son los que se sacrifican, uno aquí viene a cumplir con su trabajo como en cualquier repartición, amo mi trabajo y soy un agradecido de la Armada de Chile. Me gustaría llevarlos a pasear a un lugar bien bueno, en parte por eso estoy acá”.