Derrotero del Almirante – Mayo

El Mes del Mar tiene una especial significación para la Armada, toda vez que permite que el país fije su mirada en sus amplios espacios marítimos, sus recursos, sus potencialidades y, por supuesto, su historia, rica en héroes y personajes que sin duda han cimentado la personalidad de nuestro país.

En este mes, conmemoramos un año más de la gesta de Iquique, donde el Comandante Arturo Prat, junto a su dotación de inmortales, cumplió con el máximo sacrificio que existe en el cumplimiento del deber, que es dar la vida por la Patria y sus compatriotas. Es por eso que celebramos con especial interés y recogimiento a nuestros héroes, no sólo porque los podemos considerar como un legítimo ejemplo digno de imitar, sino porque también representan a nuestra nacionalidad de una manera más precisa y concreta.

Esa dotación, que siguió a su Comandante hasta la eternidad, trazó el track que todos los marinos de Chile debemos seguir, una ruta que implica espíritu de sacrificio, cumplimiento del deber y, ante todo, lealtad, valentía y temple ante situaciones adversas. Tengo la más profunda convicción que quienes formamos parte de la Armada de Chile, emulamos día a día a aquellos bravos, porque es parte intrínseca de la formación y de los valores que sustentan a nuestra Marina en estos prácticamente 200 años de servicio a la Patria.

En este mismo orden de cosas, este año la inauguración del Mes del Mar la hemos realizado en Punta Arenas, donde la presencia de la Marina ha sido permanente, apoyando de manera decidida su desarrollo y considerando la importancia que tiene para el país esta zona, cuna de hombres y mujeres bravas, que con tesón y esfuerzo han sabido sobreponerse a un territorio agreste y un clima hostil, y que han escrito grandes páginas en la historia del país y de la Armada. Una de ellas, quizás de las más épicas, la constituye con el heroico rescate de la expedición de Ernest Schakleton, por parte del Piloto 2° Luis Pardo, al mando de la frágil “Yelcho” y con una dotación decidida, profesional y valiente, efeméride de la cual este año celebramos orgullosamente su centenario.

Lo realizado por Pardo y su tripulación es la demostración más tangible del temple que caracteriza a los marinos de Chile, su entrega, profesionalismo y, por sobre todas las cosas, su profunda vocación de servicio, donde no trepidan en arriesgar la vida para cumplir con la misión encomendada, en apoyo a los demás. Ese ejemplo es el que perdura en el tiempo y el que debe impulsarnos en el diario quehacer, para hacer de la Marina una Institución cada día más grande y reconocida por todos nuestros compatriotas.

Finalmente, también celebramos el Día de la Familia Naval, fecha que recuerda el matrimonio de Arturo Prat y Carmela Carvajal. Para los marinos, la familia es uno de los principales pilares en su vida y, por ende, en su carrera. El apoyo incondicional de parte de nuestros seres más queridos se torna fundamental en el desarrollo personal y profesional de quienes servimos a la Patria. Por eso creo que es justo reconocer el sacrificio y la abnegada entrega que nuestras familias nos regalan. Vaya para ellas un afectuoso saludo y mi más sincero reconocimiento por todo lo que, de manera silenciosa y pocas veces reconocida, entregan a la Patria, en las figuras de sus hijos, maridos, esposas o padres. 

Almirante Enrique Larrañaga Martin

Comandante en Jefe de la Armada