Un ejemplo de paz y fraternidad

La XIII edición del ejercicio naval binacional cumplió con el objetivo de incrementar la interoperatividad entre ambas Armadas, sobre la base de la experiencia obtenida en los ejercicios de búsqueda, salvamento y control de contaminación.


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Con gran cantidad de nieve que se acumulaba en las cubiertas de los buques y con temperaturas muy bajas que hacían que los hombres frotaran sus manos a pesar de los guantes, la Armada Argentina y la Armada de Chile realizaron entre el 20 y el 26 de agosto el ejercicio Viekaren, en el que se pusieron en práctica adiestramientos combinados de búsqueda, rescate, salvamento marítimo y control de la contaminación en las aguas del Canal Beagle y el Mar de la Zona Austral.

En la XIII edición del ejercicio internacional, donde todos los entrenamientos se realizaron de manera exitosa, el esfuerzo de los marinos argentinos y chilenos trabajando en conjunto superó todas las adversidades climáticas.

Las unidades que participaron, por la Armada Argentina, fueron el aviso ARA “Teniente Olivieri”, la lancha rápida ARA “Intrépida” y las lanchas patrulleras ARA “Baradero” y ARA “Barranqueras”; en tanto que por la Armada de Chile lo hicieron los patrulleros servicios generales “Isaza” y “Sibbald”, las lanchas de servicio general “Alacalufe” y “Hallef” y la aeronave UH-05.

Este ejercicio se enmarca en el Tratado de Paz y Amistad de 1984. Viekaren significa “confianza” en lenguaje yamana y se orienta a la salvaguarda de la vida humana en el mar, junto a tareas de descontaminación en aquel austral escenario. Confianza que se reflejó en cada uno de los adiestramientos y en la camaradería entre las tripulaciones.

Los preparativos

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La fase inicial del Viekaren se desarrolló entre el 5 y el 6 de agosto con ejercicios de comunicación entre las bases de Ushuaia, Puerto Williams y las unidades, con el objetivo de afianzar los procedimientos.

Para dar comienzo al ejercicio, las unidades de la Agrupación Lanchas Rápidas de la Armada Argentina partieron hacia la Base Puerto Williams (Chile). Al aproximarse a los muelles el personal de la Armada de Chile colaboró con las maniobras de amarre, en una muestra más de solidaridad entre las Marinas.

Luego, en la Base Naval Puerto Williams se llevaron a cabo reuniones de coordinación de los ejercicios, intercambio de oficiales observadores y una cena de camaradería.

Adiestramiento en conjunto

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Al día siguiente amaneció muy frío y las embarcaciones partieron hacia diferentes puntos del Canal Beagle para realizar los ejercicios planificados. Algunos de los adiestramientos los llevaron a cabo todas las unidades en conjunto y otros, divididas por agrupaciones.

Efectuaron ejercicios de señales visuales, maniobras de remolque, evoluciones tácticas, buceo combinado y formaciones. Uno de los adiestramientos consistió en la simulación de un buque siniestrado, donde la lancha rápida ARA “Intrépida” actuó de embarcación naufragada y el resto de las unidades se organizaron para acudir al pedido de auxilio. Fue un trabajo solidario, en donde rápidamente efectuaron las comunicaciones y actuaron como una unidad obteniendo un resultado exitoso.

“El ejercicio del buque siniestrado salió muy bien. Pudimos organizarnos y tomar rápidamente el rol para el rescate. Es muy importante hacer este tipo de ejercitaciones así estamos preparados para  cuando tengamos que hacerlo de manera real”, explicó el Comandante de la Agrupación Lanchas Rápidas, Capitán de Fragata Adrián Mónaco.

Luego de mucho esfuerzo y trabajo en conjunto donde primaron la solidaridad y la seguridad, finalizó la etapa de navegación en la que se pusieron en acción ejercicios de búsqueda y rescate; de salvaguarda de la vida humana en el mar; de control y combate de la contaminación; de lucha contra incendios; y de control de tránsito marítimo, entre otras ejercitaciones.

En el puerto de Ushuaia, la banda de la base naval esperó a las embarcaciones al ritmo de la música.

Balance positivo

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Al finalizar esta etapa, el éxito alcanzado en los ejercicios se traslucía en los rostros de los marinos. Al igual que en la Base Naval Puerto Williams lo había hecho la Armada de Chile, la Armada Argentina organizó una cena de camaradería.

Tras la experiencia se realizó una jornada de crítica final en la que el Jefe del Estado Mayor del Área Naval Austral, Capitán de Navío Walter Ernesto Doná, expresó: “Se cumplieron todos los eventos que estaban planeados con un alto grado de eficiencia. El grupo humano y de trabajo lo hizo en sintonía y de forma muy coordinada y esa fue la clave para que se saque un gran provecho a este ejercicio. Lo bueno es que año a año va aumentando la complejidad. En la etapa de operaciones es muy importante que las naves se adiestren en conjunto para que cuando haya que socorrer alguna situación sepan cómo responder”.

Por su parte, el Comandante del Distrito Naval Beagle, Capitán de Navío Jorge Montenegro López, manifestó: “Cada año que pasamos nos vamos superando y para ello es muy importante toda la planificación que realizamos, por eso tomamos como primer punto de partida las reuniones de planeamiento”. El ejercicio sirvió para incrementar la interoperatividad entre ambas Armadas sobre la base de la experiencia obtenida en los ejercicios de búsqueda, salvamento y control de contaminación.

“Lo principal es que, además de haber cumplido los objetivos, primó la seguridad del personal y los buques no tuvieron ningún daño. Estamos muy satisfechos con toda la experiencia ganada en cuanto a lo que es la búsqueda y rescate y control de la contaminación. Se pudieron efectuar ejercicios bastante complejos, como el buceo combinado, que es la primera vez que se realiza. El espíritu que tuvo cada dotación fue muy bueno”, comentó el comandante del patrullero servicios generales “Sibbald”, Capitán de Corbeta Luis Verdejo Abarzua.

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Asimismo, el Comandante de la Agrupación Lanchas Rápidas concluyó: “Hemos realizado todos los ejercicios con un resultado muy satisfactorio pese a las condiciones meteorológicas que le dieron marco este año. Este ejercicio ha servido para incrementar el entrenamiento de las dotaciones, nos ha permitido confraternizar con los marinos de la Armada de Chile y fijó un nuevo punto en las relaciones profesionales”.

El próximo año, en pos de aumentar el grado de complejidad, planificarán un ejercicio nocturno. En cada edición se incrementan los desafíos, una manera de estar preparados para dar respuesta en las aguas de los canales fueguinos.