Ocurridas estas dos catástrofes, sobretodo el incendio de Valparaíso, que afectó a un centenar de familias navales dejándolas sin hogar, nuestra Fundación pasó a ser inmediatamente el alma de toda esta gran Familia Naval. Funcionarios activos, en retiro, círculos y asociaciones, reparticiones navales, agregados navales, entidades afines, empresas, colegios, universidades, particulares y muchas personas se acercaron para entregar todo su apoyo.

Es muy difícil nombrarlos a todos, pero agradecemos de corazón tanto apoyo solidario y la confianza depositada en la Fundación “Blanca Estela” para canalizar la ayuda a tantas familias navales damnificadas. Asimismo, agradecer a las voluntarias que inmediatamente el fin de semana del incendio, acudieron en forma espontánea a la Sede Central para ofrecer su trabajo, y comenzar con la gran tarea de clasificar las donaciones, confeccionar las cajas de ayuda solidaria, catalogar ropa, recibir donaciones, entre otras muchas tareas, a la que se sumaron hijos y esposas de marinos que sin ser voluntarios de nuestra entidad quisieron también apoyar.