Las sirenas acusan la llegada de bomberos y equipos de rescate. Ingresan por las escaleras con trajes antiflama y extinguidores. Trepan con escalas y sogas hasta la terraza para evacuar a las víctimas. Entre los escombros, rescatistas con perros de rastreo buscan sobrevivientes. Policías y voluntarios brindan agua y contención.

Familiares y vecinos de las víctimas llegan gritando al lugar. Policías y militares arman un cordón de contención. Llega un helicóptero para trasladar a los heridos graves. En menos de 15 minutos el edificio fue evacuado y los heridos rescatados y atendidos. Los rostros sucios y transpirados de los rescatistas testimonian el esfuerzo. La adrenalina baja y el cansancio crece.

Es el ejercicio conjunto-combinado Solidaridad 2012. Se llevó a cabo del 15 al 19 de octubre en la ciudad de Mendoza (Argentina), con casi mil efectivos de las tres Fuerzas Armadas de Argentina y Chile. Intervinieron también personal de los Ministerios de Defensa, Interior y Acción Social de la Nación, Gendarmería Nacional y Defensa Civil, de Argentina, junto a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales mendocinas. En total, unas dos mil 500 personas.

Durante el simulacro se presentaron incidentes en los que se vio el trabajo articulado en el Centro de Operaciones de Emergencias; evacuaciones aéreas y terrestres; apoyo en zonas de difícil acceso; instalación y operación del Centro de Evacuados de Campaña; potabilización y distribución de agua; tareas de ingeniería civil; búsqueda y rescate; y control de derrame de sustancias tóxicas.

Las Fuerzas Armadas de Argentina y Chile pudieron establecer centros de evacuación con hospitales de campaña; asistencia y atención de heridos y damnificados por el terremoto; normalización del tránsito terrestre; mitigación de efectos de materiales peligrosos (descontaminación de personas); abastecimiento por medio aéreo y terrestre; y lucha contra incendios, entre otros.

En el marco del Solidaridad 2012, la Armada Argentina montó el Centro de Evacuados que asistió a  las víctimas del ejercicio. Contó con 32 carpas, camiones de transporte, un camión cisterna,  vehículos Marrua, un tanque móvil de agua potable, cocina rodante de campaña, puestos de Comando y Control, carpas sanitarias y un módulo inflable de sanidad, un área de servicios y el área de prensa.

El Centro de Evacuados fue administrado por 68 efectivos de la Armada Argentina provenientes, en su mayoría, del Batallón de Comando y Apoyo Logístico y de los  Batallones de Artillería de Campaña Nº1,  de Comunicaciones Nº1, de Seguridad del Estado Mayor General de la Armada, de Seguridad de la Base Naval Puerto Belgrano, personal del Hospital Naval Puerto Belgrano y de la Agrupación Servicios Cuartel. También se utilizaron los servicios de tres perros del grupo canino de rastreo de personas del Batallón de Seguridad de la Base Naval Puerto Belgrano.

Por parte de la Armada de Chile, el personal que participó contribuyó principalmente en el puesto de mando del Estado Mayor Conjunto combinado, con asesoría basada en la experiencia del terremoto de febrero de 2010 y el rescate de los 33 mineros en agosto de ese mismo año; así como apoyo médico en los hospitales de campaña, mantenimiento de equipos, logística y apoyo en los sectores de incidentes en el rescate de heridos.

La Armada y la protección civil

La Armada Argentina posee una estructura en la que cada Área Naval tiene un Jefe de Protección Civil que interactúa con las autoridades de Defensa Civil de su jurisdicción, exponiéndoles el plan de protección civil para obtener el mapa de riesgo. Esto permite tener información de las  eventualidades que pueden ocurrir en su zona de acción, tanto como catástrofes naturales o provocadas por el hombre.

“El área de protección civil de la Marina brinda apoyo a requerimiento del Ministerio de Defensa, quien canaliza el pedido. Siempre en apoyo del responsable de Defensa Civil de la ciudad”, agregó el entonces Jefe de Protección Civil del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada Argentina, Capitán de Navío Mario Gamboa.

Una vez en el lugar se constituye el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), con representantes de bomberos, policía, el sector privado de ambulancias y boy scouts, entre otros. Paralelamente, existe un comando de zona de emergencias conformado por un Estado Mayor y un representante de las Fuerzas Armadas para asesoramiento y operatividad hacia el Centro de Evacuados.

“Existen tres etapas: la mitigación –todo lo previo para que no suceda una catástrofe--, la respuesta y la recuperación. Las Fuerzas Armadas participan sólo en la respuesta; una vez que se ha restablecido el orden y los servicios básicos, todo se delega a las autoridades civiles y las Fuerzas se van replegando”, detalló el Capitán de Navío Gamboa.

En Chile, la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) es el organismo técnico del Estado a cargo de la coordinación interinstitucional e intersectorial de las acciones nacionales de prevención, mitigación, preparación y respuesta ante emergencias y desastres. A través del Plan Nacional de Protección Civil, la ONEMI impulsa e institucionaliza el Sistema Nacional de Protección Civil, integrado por entidades públicas, privadas, voluntarias, civiles y militares, las cuales por mandato, capacidad, competencia, interés o vocación, pueden aportar a la gestión del riesgo; su accionar se desarrolla a nivel comunal, provincial, regional y nacional.

A nivel nacional, el Estado Mayor Conjunto se constituye como representante de las Fuerzas Armadas en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE;, en tanto que, a nivel regional y en el caso de la Armada de Chile, cada Comandante en Jefe de las Zonas Navales o el oficial más antiguo de la jurisdicción actúa como representante de la Institución en el COE.

La Armada de Chile, dado su constante alistamiento, se encuentra permanentemente en condiciones de brindar apoyo ante situaciones de catástrofe. Para ello, cuenta con una organización de medios operativos y logísticos en todo el país. Geográficamente está dividida en cinco Zonas Navales, las cuales pueden, con sus medios humanos y materiales disponibles, brindar una valiosa asistencia a la población y a la superación de catástrofes en sus respectivas regiones jurisdiccionales.

“El intercambio de ideas, experiencias y procedimientos fue muy beneficioso y productivo, ya que nuestra reciente experiencia del terremoto del 27 de febrero de 2010 (27F), fue un real aporte, así como el vasto entrenamiento que la Sanidad Naval de nuestra Armada de Chile ha tenido en el área de la Medicina Expedicionaria en estos últimos años”, manifestó el Capitán de Fragata SN Andrés Llarena, oficial médico en comisión en el Ejercicio Solidaridad 2012.

En el caso del 27F las Fuerzas Armadas en el empleo de sus medios tuvieron cinco fases de operación: cooperación para la ayuda humanitaria, restauración del orden público, consolidación de la ayuda humanitaria, optimización del proceso logístico y, finalmente, desmovilización gradual de los medios.

“El ejercicio Solidaridad 2012 ha sido una importante oportunidad de trabajar y operar con colegas uniformados y entidades civiles del país vecino con quien compartimos nuestra frontera terrestre más larga, así como también de aprender de sus formas de operar y de entrenar. Sin dudas, una valiosa y productiva oportunidad de intercambio profesional y técnico, que debiera mantenerse en el calendario de actividades de ambos países”, concluyó el Comandante Llarena.