Jefe del Estado Mayor General de la Armada Argentina

Contraalmirante VGM Gastón Fernando Erice

“Durante el encuentro de grandes veleros Velas Latinoamérica 2014, la “Esmeralda” y la “Libertad” navegarán juntas nuestros mares, en un claro mensaje al mundo de cómo ambos países aspiramos a un destino común.”


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La independencia sudamericana fue un complejo movimiento político, social y militar, de proyección continental que a grandes trazos se gestó entre 1810 y 1825 y, en el cual el mar tuvo un rol vital. En el caso de la República Argentina la génesis se reconoce en el efecto decisivo que implicó la victoria del Almirante Brown en el Combate Naval de Montevideo, permitiendo así consolidar el control de las aguas del Plata y contribuir al logro de los ideales de Mayo. Casi simultáneamente, nuestra hermana Nación chilena, con la formación de su incipiente Escuadra al mando del Capitán de Navío Blanco Encalada, confirmaba la percepción que nuestra mutua realidad geográfica nos imponía hacer del mar una extensión de valles y llanuras.

Durante la revolución, nuestros pueblos comprendieron que para ser libres había que disputar el control del mar. El único modo de lograr aquellos objetivos tan ambiciosos era mediante la unión política y social de los nuevos ciudadanos y la conformación definitiva de fuerzas militares regulares a las órdenes del poder constituido. A su vez, con una visión superadora del destino individual de las nacientes repúblicas, la percepción de una Sudamérica, en la cual la suerte de unos sería la de todos, condujo a la formación de la expedición libertadora al Perú que fue posible merced a una colosal operación anfibia que proyectó el poder militar desde el mar sobre las costas del Pacífico.

El comienzo de este siglo nos encuentra conmemorando a numerosos pueblos de la región los bicentenarios de la independencia que conquistaron nuestros antepasados. El desafío de nuestra generación sigue siendo controlar al mar; también, más que nunca, debemos estar unidos para lograrlo. Con orgullo podemos afirmar que nuestras Armadas han estado a la vanguardia de ese concepto. Operar juntos en el mar es esencial para construir capacidades militares combinadas; conocernos para comprender la problemática del otro y su mirada, es esencial para la construcción de la confianza.

Los hombres y mujeres de la Armada Argentina se capacitan, adiestran y ejercitan para operar en el mar, el aire y la tierra. Es en esas circunstancias, en las que se encuentran y coinciden con sus pares de la Armada de Chile, permitiéndose el intercambio de experiencias y el conocimiento mutuo. Esta octava edición de Latitud Sur habla del esfuerzo que realizamos para que nuestras Marinas estén comunicadas; también registra el aporte que hacemos a nuestros pueblos en el mar.

En nombre de la Armada Argentina saludo con especial consideración profesional y afecto a los hombres y mujeres de la hermana Armada de Chile.