Ingenieros Navales

125 años de servicio a la Armada de Chile

A través de más de un siglo de historia de la Armada de Chile, lo que hoy se conoce como Ingeniería Naval es la larga evolución de varias especialidades. A futuro el progreso de la Ingeniería Naval será mayor y más rápido, lo que impone la necesidad de actualizar permanentemente los conocimientos de los especialistas, a través del desarrollo constante de la carrera profesional.

Imagen foto_00000001No resulta fácil establecer una fecha inicial de la Ingeniería Naval. Si se busca un comienzo, éste está relacionado a los Ingenieros Mecánicos con la llegada del primer buque propulsado por máquinas a vapor o la dictación del primer reglamento para regularizar la actividad de estos profesionales.

Lo que hoy conocemos como Ingeniería Naval es una familia mucho más amplia, ya que se han ido incorporando los nombrados Ingenieros Mecánicos y los Electricistas, y de estas dos grandes divisiones profesionales, a través de cursos especiales, se han obtenido los Arquitectos Navales, Ingenieros de Submarinos y Aviación, los Metalurgistas y Aeronáuticos, los Administradores e Informáticos, Nucleares y Economistas. Una gran cantidad de representantes que hoy exige una Armada moderna, como lo es la chilena.

"Una característica indiscutible de los Ingenieros Navales es su sólida formación profesional, la que es y ha sido reconocida por más de un siglo, incluso más allá de la Institución. La impronta que posee cada ingeniero en la forma y metodología para enfrentar los problemas, buscando siempre soluciones posibles, lo hacen un profesional de grandes competencias. A su vez, el trabajo en equipo y la fuerte cohesión de sus especialistas son sin duda otros elementos que caracterizan a los ingenieros navales", señala el Director General de los Servicios de la Armada y oficial especialista más antiguo, Vicealmirante Giancarlo Stagno.

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Vicealmirante Giancarlo Stagno.

Algo similar sucede con la Gente de Mar. Con la llegada de la propulsión a vapor aparecieron los mecánicos, también los fogoneros y carboneros, que evolucionaron hasta la actual especialidad de máquinas.

Los antiguos y prestigiados oficios de carpintero y herrero de los buques a vela se mantienen hasta nuestros días. De la misma forma, los buzos y electricistas también se cuentan entre las especialidades de Gente de Mar de la Ingeniería Naval, los cuales podemos encontrar en su gran mayoría en los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR).

"Pertenecer a esta área es ser poseedor de una especialidad única, hay que dar el 110 por ciento y estar comprometido en cada proyecto o desafío que se presenta. Esto encierra un concepto histórico y formativo que recibimos de nuestras escuelas matrices y en la Academia Politécnica Naval, que nos hacen tener una identidad propia y sentir orgullo de ser un Ingeniero Naval", afirma el Comandante de la Base Naval Antártica "Arturo Prat", Capitán de Corbeta OM Rolando Torres.

DESAFÍOS FUTUROS

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Capitán de Corbeta OM ROlando Torres.

El progreso de la técnica ha sido siempre un motivo de gran desafío para la especialidad, puesto que se ha debido responder en forma concreta, con la capacidad para operar y administrar nuevos sistemas. A futuro este progreso será aún mayor y más rápido, lo que impone la necesidad de actualizar permanentemente los conocimientos de los especialistas, a través del desarrollo de la carrera profesional.

"No puedo dejar de mencionar el enorme desafío que significará para la especialidad el ámbito de la construcción naval y la administración de proyectos complejos para renovar nuestra flota, comenzando con nuestros buques auxiliares, donde los recientes OPV, así como el buque de investigación oceanográfica, hidrográfica y pesquera "Cabo de Hornos", son expresiones concretas de lo que debe continuar a futuro, de modo de ir consolidando esta capacidad en el país", agregó el Vicealmirante Stagno.

Estos desafíos futuros traen consigo, la necesidad de mantener una formación profesional de calidad e integral de los ingenieros, con capacidad no sólo técnica, sino también de administración de proyectos complejos. Vivimos en un mundo de enormes cambios, avances técnicos y transformaciones, lo que circunscribe el trabajo del ingeniero a actuar siempre en condiciones al límite. Ha sido, es y será el entorno en el cual los futuros especialistas tendrán que desempeñar sus funciones, continuando la trayectoria y tradición de esta más que centenaria especialidad.

"Lo más importante en el desarrollo profesional de un especialista es ser feliz con lo que hace y con lo que eligió, solo de esa forma sentirá la satisfacción del deber cumplido y podrá aplicar con ingenio las soluciones a los problemas que a diario se le presentarán tanto a bordo de nuestros buques y aeronaves como también en puestos de asesoría técnica y de Mando en reparticiones en tierra", indicó el Vicealmirante Stagno.