Cabo 2° L Yimmy Ancar

“Fue una acción arriesgada”

Aunque ponía su vida en riesgo, no dudo en cruzar desde la costa hasta unos roqueríos, atado sólo a un arnés, en ayuda de dos personas que corrían peligro tras los aluviones en Chañaral. Este acto heroico lo convirtió, entonces, en el acreedor del Premio Marinero Fuentealba que este año entregó la Institución.

Imagen foto_00000003Con tan sólo 25 años, el Cabo 2° L Yimmy Ancar consiguió dejar en alto el nombre de la Institución luego de que en marzo del 2015 salvara con éxito a un niño y a un Carabinero durante los aluviones que afectaron gravemente al norte del país.

Tal como lo confiesa: "fue una acción arriesgada", pero que no pensó dos veces y tras recibir la autorización de su mando, la ejecutó junto a sus compañeros de la Capitanía de Puerto de Chañaral con el máximo rigor y cuidado.

Tras ser alertados de la emergencia y llegar al borde costero, constataron que un Carabinero, quien ahora también corría peligro, había intentado ayudar a un menor atrapado en los roqueríos pero, desafortunadamente, ambos habían quedado atrapados y en riesgo ante las inclemencias de la naturaleza.

Fue así como el Cabo Ancar enganchado a un arnés cruzó desde la costa a las rocas. Sólo ayudado por la fuerza de sus manos y piernas, logró llegar hasta donde estaban las víctimas. "Ambos ya estaban entrando en pánico. Escuchar los gritos del niño hace que se te ablande el corazón. Por eso no lo pensé dos veces", recuerda.

"El momento es adrenalínico y fuerte, pero finalmente logré cruzar y todo salió bien", agrega el Cabo. Ya en los roqueríos y con la ayuda de un salvavidas circular enganchado a un arnés se logró, en primera instancia, regresar a la costa al Carabinero. Luego al niño, quien ante el pánico no quiso atravesar solo y lo hizo junto al marino.

Imagen foto_00000002Casado y padre de una pequeña de 3 años, el Cabo Ancar luego de salir de la Escuela de Grumetes realizó su primer trasbordo hasta Chañaral donde permaneció por seis años. Hoy le espera su segundo trasbordo, pero al otro extremo del país, en la Gobernación Marítima de Puerto Aysén.

Todo un desafío profesional y personal, al cual llega feliz porque tras esta hazaña, la Institución lo reconoció con el Premio Marinero Fuentealba, el cual destaca y reconoce los actos o hechos relevantes realizados por el personal en actividades propias del servicio y que contribuyen a realzar la imagen de la Armada.

"Fue una gran sorpresa saber que me otorgaban este premio y estoy orgulloso de haberlo obtenido (...) Dos vidas estaban en riesgo y como pertenezco al ámbito litoral, nuestra función primordial es salvaguardar la vida humana en el mar. Estaba sólo cumpliendo con mi deber", agrega.