El Derrotero del Almirante - Diciembre 2013

A principios del mes de noviembre, la Armada de Chile, con el valiosísimo empuje y aporte de la Reserva Naval, realizó el operativo médico más importante en la Historia de Chile en la zona norte de nuestro país, totalizando más de 6.000 atenciones médicas, 160 cirugías entre ellas, apacientes de las ciudades de Arica, Iquique, Pisagua, Tocopilla, Mejillones, Antofagasta y Taltal.

El LSDH “Sargento Aldea”, apoyado por el OPV “Comandante Toro” y la LM “Teniente Uribe”, abrieron sus portalones y pusieron al servicio de la ciudadanía una extraordinaria capacidad sanitaria, demostrando de manera concreta que la Armada tiene un compromiso permanente con todos los que habitan en nuestra Patria. Las autoridades nacionales están conscientes de nuestra capacidad e intención, pero lo más importante radica en que la Institución sigue mostrando esa cercanía y ese interés real que tiene de ser un aporte constante al desarrollo de nuestro país. No puedo dejar de mencionar el inestimable apoyo de la Reserva Naval, dado que el Operativo “Acrux Norte”, se materializó gracias al esfuerzo de coordinación y al voluntario aporte de quienes forman parte de este equipo, junto con el apoyo irrestricto del Estado Mayor General de la Armada y la gran labor realizada por la Cuarta Zona Naval. Las miles de personas atendidas por este operativo médico, nunca olvidarán que la Armada de Chile les tendió una mano, en un momento que su salud estuvo de cuidado. Bravo Zulú a todos aquellos que, con su trabajo dedicado, cumplieron un exitoso operativo.

El mes de diciembre, es un mes en que la Institución realiza un balance de lo que ha ocurrido durante el año, tanto para verificar los grados de cumplimiento de nuestra planificación como para cerrar los procesos financieros. Es entonces, una buena oportunidad para realizar también una revisión de nuestras actividades personales y profesionales, y poder corregir lo que se hizo mal y optimizar lo que se hizo bien. En lo que concierne a este Almirante, en estos seis meses al mando de la Institución, recorrí todas las Zonas Navales, pudiendo, personalmente, dar a conocer a las dotaciones, cual es el track a navegar en estos cuatro años de gestión. Espero haber sido claro en transmitirles el mensaje, porque del trabajo de cada uno de ustedes, depende el éxito de la Marina toda. “Una Marina eficiente y feliz”: en esos dos conceptos, resumo el norte que nos debe guiar durante los próximos años. No tengo dudas que cuento con el apoyo y lealtad de todos los hombres y mujeres que conforman esta gran Institución que tengo el tremendo  honor y orgullo de comandar.

Por otra parte, quiero desearles en estas fiestas de Fin de Año, que disfruten con sus familias y sus seres queridos. Recuerden el real espíritu de la Navidad, la unión, el encuentro y la austeridad que rodearon el nacimiento de Nuestro Señor, y compartan esa alegría y esa paz. De manera muy especial, quisiera reconocer a nuestro personal, que por sus obligaciones operativas, de aislamiento o guarnicionales, deberán pasar estas importantes fechas de gran sentido familiar, alejados de sus seres queridos. De todo corazón, le deseo a nuestra Familia Naval, una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.