Derrotero del Almirante - Septiembre de 2015

Durante septiembre, celebramos un nuevo aniversario patrio, donde recordamos el momento en que las autoridades criollas deciden iniciar un proceso político-social que desembocaría con la total independencia de nuestro país de España.

La instauración de la Primera Junta Nacional de Gobierno fue un hecho de tal trascendencia para nuestro Chile, que no hemos dudado como nación, en celebrarlo como el inicio del camino que nos llevó a la autodeterminación como pueblo. El sentido que la Junta de Gobierno, presidida por don Mateo de Toro y Zambrano, le quiso imprimir a su mandato, fue principalmente, regir los destinos del país sin depender de los preceptos de una corona que se encontraba despojada del poder, lo cual claramente fue el inicio del proceso independentista.

Ese noble espíritu, que celebramos en estas fechas, debe hacernos reflexionar respecto a la entrega que la Patria exige para quienes hemos tomado la decisión de servirla. Sin importar las consecuencias, los Padres de la Patria asumieron la responsabilidad de dirigir los destinos de la nación, demostrando su entereza, su valentía y un inconmensurable amor a Chile. Esa demostración de carácter y fortaleza es la que debe primar entre los Marinos de Chile, esa unión de voluntades que logró levantar a todos los nacidos en esta Patria y llevarlos hacia la batalla que sellaría la libertad de nuestro país. Es así como debemos mirar estas fechas tan significativas para todos los nacidos en esta tierra de hombres y mujeres bravos, esforzados y valientes. Celebremos, entonces, un año más de nuestra Independencia, recordando a todos aquellos que en esos primeros años, forjaron a nuestro país con su carácter y coraje.

Por otro lado, durante este mes celebramos a dos especialidades señeras en la Marina, como son la especialidad de Faros y la de Cámara. Si bien son del todo disímiles entre sí, las une un significativo espíritu de sacrificio y de cumplimiento del deber, en sus distintos ámbitos de acción. Los fareros son hombres de temple especial, que sobrellevan de manera abnegada la dura vida en soledad, cumpliendo sus tareas de manera profesional y eficiente, entregando seguridad a la navegación, en cumplimiento de uno de los principales roles de la Autoridad Marítima. Debemos, sin duda alguna, reconocer esa labor, diaria y permanente, que prestigia a la Armada y a nuestro país.

El personal de Cámaras cumple una importante función, tanto a bordo como en tierra, de manera profesional y con una elevada vocación de servicio, que redunda en un bienestar para todas las dotaciones de nuestra Armada. El desarrollo diario de sus labores es encomiable, gracias a su dedicación y esfuerzo, por lo que en un nuevo aniversario de su especialidad, les envío un especial saludo.

Almirante Enrique Larrañaga Martin
Comandante en Jefe de la Armada