Derrotero del Almirante - Octubre de 2015

Octubre es un mes que, tradicionalmente, es especial para nuestra Armada. En este mes, recordamos varios hitos que, por su trascendencia histórica, no sólo para la Marina, sino para todo el país, marcaron el devenir de nuestra Institución y su injerencia en nuestra Historia.

El día 8 de octubre, conmemoramos el Combate Naval de Angamos, en el cual Chile, luego de meses de conflicto y varios intentos fallidos, logra derrotar y capturar al monitor "Huáscar", en las costas de Antofagasta. En esta acción, donde Galvarino Riveros hace gala de una inteligencia táctica encomiable, Chile obtiene el control del mar durante el conflicto, situación que decidirá, definitivamente, la suerte de la guerra a favor de las armas chilenas, dando además cuenta de la gran capacidad y profesionalismo de las dotaciones de la Escuadra Nacional, que hábilmente dirigidas por Riveros, lograron dar un feliz término a la Campaña Marítima de la Guerra del Pacífico.

Coincidentemente, en 1978 se instituyó el 8 de octubre como el Día del Suboficial Mayor de la Armada, para así homenajear, en la figura de nuestros Suboficiales Mayores, a esas dotaciones que dieron el todo por conseguir esa fundamental victoria en las aguas del Norte Grande y que han marcado la historia de nuestra Marina con acciones heroicas y decididas. Los Suboficiales Mayores son el paradigma de los jóvenes marinos que ingresan, cargados de ilusiones y vocación, a la Escuela de Grumetes y en esos "viejos lobos de mar", se refleja la tradición naval en su expresión más genuina y concreta.

Debemos sentirnos orgullosos de tener un grupo de Suboficiales Mayores como los que conforman a este selecto contingente, pero sin duda que deben ser responsables y capaces de asumir el desafío que esa condición implica para ellos. No sólo son el ejemplo para las dotaciones de las Unidades y Reparticiones donde prestan servicios, sino que además son asesores del Mando, con toda la complejidad que ello implica.

Por otro lado, el 9 de octubre recordamos el primer zarpe de la Escuadra Nacional, que en 1818, inició una interminable sucesión de éxitos y acciones navales gloriosas, que han marcado el devenir de la principal Fuerza Operativa de nuestra Armada. Aquellos primeros buques de guerra, el "San Martín", la "Lautaro", la "Chacabuco" y el "Araucano", fueron el primer y exitoso ensayo de una Escuadra que, a los largo del tiempo y luego de casi doscientos años, ha marcado con fuego, el espíritu que todos los marinos de Chile debemos demostrar y acrecentar.

Un legítimo orgullo debemos tener por nuestra Escuadra, de sus inicios y sus logros. Creo que recordar las palabras de despedida del Director Supremo a las dotaciones deja en claro el sentimiento que debe prevalecer en nosotros. O'Higgins, el día del zarpe, arenga a esos marinos de esta forma: "Preparaos, pues, para afianzar el imperio del Pacífico al que es llamado Chile por su situación geográfica, y por el valor y heroico patriotismo de sus hijos: ellos os colmarán de bendiciones a vuestro regreso, y el tributo que recibiréis de tal gratitud nacional, igualará que de antemano les ofrece...". Honremos pues las palabras del Padre de la Patria y felicito una vez más a todas las dotaciones de la Escuadra por este nuevo aniversario de su primer zarpe.

Almirante Enrique Larrañaga Martin
Comandante en Jefe de la Armada