Derrotero del Almirante - Octubre 2014

Durante este mes, recordamos dos hechos que tienen especial trascendencia para nuestra Armada, ya que han marcado el destino de nuestra Institución. Me refiero a la Batalla Naval de Angamos y al Primer Zarpe de la Escuadra Nacional, acaecidos el 8 de octubre de 1879 y el 9 de octubre de 1818, respectivamente.

Luego del Combate Naval de Iquique y del continuo hostigamiento del monitor peruano "Huáscar" a los puertos chilenos, el comandante Riveros ideó un plan para batir a la nave adversaria. Dicho plan, magistralmente ejecutado por los comandantes chilenos, el 8 de octubre de 1879, permitió la captura del buque peruano y la obtención, para Chile, del control del mar, de importancia capital para el desarrollo de las operaciones terrestres que, finalmente, nos dieron la victoria en la Guerra del Pacífico.

Esta fecha, fundamental en el desarrollo posterior del conflicto, es recordada con emoción y orgullo, ya que dejó de manifiesto el profesionalismo y capacidad de nuestras dotaciones. Por esta razón, la Armada decidió instituir el 8 de octubre como el Día del Suboficial Mayor Naval, para rendir un justo homenaje a quienes, luego de toda una vida de servicio a la Institución, son investidos en el máximo grado de nuestra Gente de Mar, siendo un ejemplo señero para las generaciones de jóvenes marinos que hacen sus primeras singladuras en la Armada. Debemos sentir un legítimo orgullo por estos "viejos lobos de mar", que forman parte de un sólido grupo humano que conforman las dotaciones de la Armada.

En los Suboficiales Mayores se conjugan las virtudes que deben regir al hombre de mar, como son la templanza, la fortaleza, la lealtad y vocación de servicio. Estas virtudes son las que han forjado el temple de estos Suboficiales, que en el tope de sus carreras, miran con bien ganado orgullo, el devenir de los años. Mi saludo más afectuoso, pues, a nuestros Suboficiales Mayores, fieles representantes de las virtudes y tradiciones marineras.

Por otro lado, el 9 de octubre se conmemora el Primer Zarpe de la Escuadra, cuya primera acción le valió el honor y la gloria al almirante Blanco Encalada y a sus dotaciones, con la exitosa captura de la fragata María Isabel y los transportes en Talcahuano. Esa Escuadra, conformada por un heterogéneo grupo de marinos, entre los cuales se contaban ingleses, franceses y, por supuesto, chilenos, sentó las bases del Poder Naval chileno, además de demostrar la valentía y el espíritu de sacrificio que tantas veces ha demostrado la Escuadra Nacional a lo largo de la historia patria.

Vaya para todos aquellos que conforman la Escuadra o que hayan servido en las cubiertas de los buques que la conforman, un especial saludo por este nuevo aniversario, y el reconocimiento de toda la Institución por la profesional y eficiente labor que a diario desarrollan.