Suboficial Mayor Williams Cornejo Morales, Subcentro de Telecomunicaciones Navales (V).

“Consecuencia de una carrera brillante”

Imagen foto_00000001Cuando cursaba el Cuarto año de Enseñanza Media, recuerdo claramente una plática con mi viejo, que con gran incertidumbre me preguntaba sobre lo que pensaba acerca de mi futuro, la respuesta fue instantánea: "Papá no se preocupe, yo voy a ser Marino". Esta aspiración se manifestó a muy temprana edad, influenciada por vivir en Valparaíso, una ciudad íntegramente ligada al mar y a la Armada, complementada con una vista privilegiada de la bahía, desde una ventana de mi casa en Playa Ancha, donde se divisaban las Unidades de la Escuadra Nacional.

Consecuente con lo señalado, una vez egresado de la Enseñanza Media, me inscribí voluntariamente, para realizar el Servicio Militar Obligatorio en la Armada de Chile, comenzando mi navegación en el CENIR un día 2 de mayo de 1985, convirtiéndome así en el primer uniformado de la familia. Actualmente me acompañan en esta Profesión Naval mis sobrinos el Cabo 2° Roberto Cornejo y la Marinero 1º María José Cornejo, ambos primeras antigüedades de su promoción. En estos 32 años de servicio, mis destinaciones han sido: DLG "Capitán Prat", Dirección General del Personal de la Armada, B.E. "Esmeralda", Agregaduría Naval de Chile en Argentina, Dirección de Inteligencia de la Armada y actualmente me desempeño como Condestable Mayor en el Subcentro de Telecomunicaciones Navales (V).

De mis destinaciones quiero destacar que el 2000, durante mi viaje en la "Esmeralda", participamos en la Revista Naval Internacional "OpSail 2000", evento catalogado hasta hoy como el espectáculo marítimo más grande de la historia, donde participaron los veleros y Buques Escuelas más importantes de todo el mundo.

También deseo resaltar mi transbordo a la Agregaduría Naval de Chile en Argentina, destinación que me permitió junto a toda mi familia, representar a la Armada de Chile, conocer una cultura distinta y relacionarnos con militares de muchos otros países, transformándose para mis hijas que estudiaron allá, en una experiencia inolvidable.

Así y casi sin darme cuenta llegó el día en que fui notificado que la Institución me otorgaba el pase para ascenso a Suboficial Mayor. "Que inmensa alegría - Que gran honor - Que enorme responsabilidad", ser referente para las generaciones más jóvenes de un proceder ejemplar.

Un premio al esfuerzo, dedicación y compromiso con la Profesión Naval, manifestada en una preocupación permanente por adquirir nuevos conocimientos que me permitieran ser un "Marino destacado", principalmente en el ámbito profesional. Actitud que deseo transmitir a los jóvenes marinos, para que la incorporen en su conducta habitual, pues tengo la certeza más absoluta, que en el futuro, los hará sentirse orgullosos.

Al cumplir cuatro meses en este nuevo grado, puedo señalar que el puesto de Condestable Mayor me ha permitido tener un trato muy cercano, franco y respetuoso con todo el personal subordinado, condición que me ha hecho conocer sus aptitudes y aspiraciones, atender con apoyo del Mando, sus inquietudes y necesidades, obteniendo de esta manera un mayor compromiso en el cumplimiento de los trabajos y responsabilidades asignadas.

Hoy después de haber alcanzado el grado máximo al que puede aspirar el personal de Gente de Mar, y mientras observo mi sable, sólo me queda agradecer a Dios por la fortaleza y prudencia entregada para enfrentar los desafíos, a mis padres por sus enseñanzas y sacrificios, a mi señora Pamela y a mis hijos Kathleen, Lissette y Diego por su amor y apoyo incondicional, y a todas las personas con las cuales trabajé, más y menos antiguas, con quienes forme equipos de excelencia y cuyo trabajo fue un significativo aporte a la gestión Institucional y al engrandecimiento de nuestra querida Armada de Chile.