Cruz del Sur III

Argentina y Chile por la paz

Dos países y sus Fuerzas Armadas listos para operar. Un ejercicio como práctica para cumplir la misión. Un solo objetivo: la paz mundial.

Imagen foto_00000001Conjuntez, combinación y paz, tres conceptos que atravesaron la Plaza Soberanía de la Base de Infantería de Marina Baterías de la Armada Argentina el domingo 27 de septiembre. Mismos conceptos que se incrustaron en cada uno de los más de 1100 hombres, argentinos y chilenos que poco después del amanecer, formaron vistiendo sus uniformes verdes y sus contrastantes gorras celestes, símbolo de la Fuerza de Paz Conjunta Combinada Cruz del Sur (FPCC).

Todos integrantes de los componentes aéreo, naval y terrestre de ambas naciones, participaron así de la ceremonia formal para dar inicio luego, y durante cuatro jornadas, al ejercicio Cruz del Sur III. Es el de mayor envergadura desde que comenzó a gestarse allá por 2004 la FPCC Cruz del Sur: una iniciativa para fortalecer las medidas de confianza entre Argentina y Chile y aportar a las Naciones Unidas una fuerza binacional preparada y equipada para actuar en el marco de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz.

La Fuerza de Paz Conjunta Combinada Cruz del Sur es una fuerza de carácter binacional argentino-chileno que, producto de conversaciones bilaterales entre ambos países durante 2005 y 2006, nació con el principal objetivo de aportar a la ONU con tropas y medios para contar con una fuerza militar bajo el estándar del Sistema de Acuerdo de Fuerzas de Reserva de Naciones Unidas, UNSAS por sus siglas en inglés.

“Esta es una oportunidad única para adiestrarse, para interoperar y para fomentar una sana e intensa camaradería. Los insto a que realicen este ejercicio de la mejor manera posible y que se vayan de aquí con la convicción del deber cumplido y con amistades que trasciendan las fronteras de nuestros organismos y de nuestros países”, fueron las palabras de bienvenida del director del ejercicio, Brigadier de la Fuerza Aérea Argentina Héctor Aníbal Ascazuri.

Seguidamente el co-director, Contraalmirante de la Armada de Chile Jorge Rodríguez Urria, dijo que: “Esta Fuerza es una instancia importante para ambos países, es una instancia que pocas veces se da y tenemos la oportunidad y la suerte de poder encontrarnos como Fuerzas Armadas amigas y efectuar un entrenamiento conjunto combinado”.

El ejercicio

Imagen foto_00000003“Chadi”, es una democracia constitucional; tiene un presidente y un primer ministro. Su principal actividad económica es la agricultura y la educación es libre, gratuita y obligatoria, aunque sus habitantes no tienen recursos para acceder a ella.

En los últimos tiempos hubo escasez de productos básicos y agua, además de situaciones de violencia que estallaron en diversos puntos del territorio. Las Fuerzas Armadas del país estaban pobremente equipadas y el gobierno debió tomar medidas para restablecer la paz en Chadi.

Naciones Unidas destacó entonces a la Fuerza de Paz Conjunta Combinada Cruz del Sur –que contribuye con sus elementos al Sistema de Fuerzas de Reserva de las Naciones Unidas– para colaborar en la restabilización de esta zona hostil. Argentinos y chilenos entonces se pusieron en marcha por la paz.

Así, bajo esta situación ficticia política y geográfica se planteó el ejercicio para que los componentes naval, aéreo y terrestre de la FPCC Cruz del Sur se adiestraran y entrenaran durante su desarrollo, emulando una restauración del orden, de idéntica manera que se realizaría cumpliendo el mandato de las Naciones Unidas.

La Corbeta de la Armada Argentina “Gómez Roca” y el OPV “Fuentealba” de la Armada de Chile –además del apoyo del multipropósito ARA “Punta Alta”–, carros blindados, dos helicópteros argentinos, dos chilenos y 1136 efectivos desplegados fueron el alma del ejercicio; sumados a una numerosa cantidad de generadores, carpas y vehículos de transporte que fueron trasladados a la Base de Infantería de Marina Baterías.

La Dirección del ejercicio Cruz del Sur III, estaba emplazada en instalaciones del Comando de Instrucción y Evaluación de la Infantería de Marina (COIE). Desde allí era la encargada de impartir las órdenes que las diferentes fracciones participantes debieron ejecutar, generando además situaciones a resolver.

Imagen foto_00000004“A los comandantes de los componentes se les inyectan situaciones que los fuercen a hacer una planificación para resolver y enviar medios sobre la marcha”, explicó el Capitán de Fragata Diego Cardoso Bosch, Jefe del Departamento Comunicaciones del Estado Mayor.

Las dos columnas fundamentales de la Dirección fueron la conducción del ejercicio –que realizó los enlaces telefónicos, radioeléctricos y de datos necesarios con el componente aéreo, naval y terrestre– y la sustentación logística del mismo.

La coordinación general combinada estuvo a cargo del Jefe y Subjefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza de Paz Binacional Cruz del Sur, Coronel Guillermo Eugenio Vergara (Ejército Argentino) y Coronel Nelson Hernán Robledo Aldana (Ejército de Chile), respectivamente.

“El trabajo de este Estado Mayor es el de ejercitar a la Fuerza que está a disposición de Cruz del Sur como parte de su misión”, comentó el Coronel Robledo.

Durante el desarrollo de Cruz del Sur III –dentro de la orgánica de un componente terrestre, aéreo y naval– la FPCC está integrada por fracciones argentinas y chilenas, a tal punto que los comandantes y segundo comandantes de cada componente son uno de cada país, siendo los Estados Mayores y las Planas Mayores mixtas. “En las fracciones de ejecución hay argentinos y chilenos, totalmente integrados en todos los niveles”, explicó el Coronel Vergara.

Las tareas para llevar a cabo este ejercicio comenzaron en diciembre de 2014 y el despliegue de los medios y el personal a mediados de septiembre.

“Resalto el nivel y el grado de integración que hay entre las Fuerzas Armadas Argentinas y las Chilenas”, manifestó el Coronel Robledo. “Esto queda representado de una manera muy fuerte en las actividades que se están llevando a cabo. La interoperabilidad que hemos logrado se puede ver en el terreno. Esto es fruto de las experiencias anteriores, nos entendemos, nos conocemos, hemos operado juntos y se ve que estamos interoperando sin ningún problema”, aseveró.

El Coronel Vergara, en tanto, destacó: “Estamos trabajando en base a las lecciones aprendidas el año pasado en Chile. Esa fue nuestra plataforma y se está buscando mejorar procedimientos de planeamiento y de ejecución de manera tal que, si la Fuerza es empleada en algún momento, tengamos aceitados esos aspectos procedimentales”.

Entre algunas de las actividades que se realizaron durante el ejercicio se destacan, dentro de la fase naval, operaciones de interdicción marítima, control del tráfico marítimo, acciones de Visita, Registro y Captura (VRC) y el asegurar el arribo de suministros de ayuda humanitaria a las terminales portuarias. En tierra se destacaron los puestos de control, evacuaciones aéreas, patrullas y reconocimientos, además de control de muchedumbres.

Todas ellas contaron con la revisión de un grupo de once evaluadores que fueron destacados a la Base de Infantería de Marina Baterías para realizar su tarea en el terreno. El personal ofició como árbitro del ejercicio: “Somos evaluadores, controladores del juego de acuerdo a las distintas situaciones que va planteando la Dirección del ejercicio, vamos anotando todos los aciertos y desaciertos que van sucediendo, de acuerdo a la manera que procedan los ejecutantes”, explicó el Teniente Coronel Fabián Vázquez, Secretario de Evaluación del Centro Argentino de Entrenamiento Conjunto para Operaciones de Paz (CAECOPAZ).

Este año, al integrar al proceso de evaluación al personal de CAECOPAZ y del Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile (CECOPAC), se lograron antecedentes valiosos para el proceso de lecciones aprendidas.

Presencia ministerial

Imagen foto_00000005“Uno, cuando ve el despliegue que tenemos, siente la capacidad operativa y el equipamiento logístico que tiene la Fuerza”, aseguró el Ministro de Defensa argentino, ingeniero Agustín Rossi que, junto a su par de la República de Chile, José Antonio Gómez Urrutia, presenciaron la práctica final del ejercicio.

“Este trabajo que se ha desarrollado por muchos años es el más importante desde el inicio de Cruz del Sur; son más de mil hombres que están desplazados y que tienen una importante tarea que desarrollar”, dijo Gómez.

Rossi recordó los inicios de la Fuerza de Paz y expresó que: “Con decisión política de ambos gobiernos y con una fuerte convicción de las Fuerzas Armadas de ambos países, hoy podemos mostrar este trabajo conjunto entre argentinos y chilenos”.

“Este ejercicio ha significado que dos países como Argentina y Chile estén trabajando en conjunto, decididos a avanzar en todo lo que signifique desarrollar su Fuerza a través de las Naciones Unidas para lograr la paz en las distintas partes del mundo donde se determine que nosotros podemos actuar”, indicó el Ministro José Antonio Gómez.

Ambos ministros –junto al Embajador de Chile en la Argentina, José Antonio Viera-Gallo– y altos funcionarios civiles y militares de ambos países arribaron a la Plaza Soberanía de la Base de Infantería de Marina Baterías a bordo de un helicóptero Sea King de la Armada Argentina y un MI 17 de Fuerza Aérea el miércoles 30 de septiembre.

Luego fueron trasladados hasta el campamento base del componente terrestre de la FPCC emplazado en la zona del ex Batallón de Vehículos Anfibios, donde recorrieron las instalaciones del campamento y apreciaron la función de las carpas recientemente adquiridas para ser utilizadas en los despliegues a las Misiones de Paz y que, durante el desarrollo del ejercicio, fueron un importante sostén logístico.

A continuación se les realizó una exposición basada en las particularidades del ejercicio. Mientras la introducción estuvo a cargo del Comandante Operacional de las Fuerzas Armadas, General de División Hugo Alejandro Bossert, la descripción del desarrollo y características de Cruz del Sur III estuvieron a cargo del Jefe y Subjefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza de Paz, Coronel Guillermo Vergara (Ejército Argentino) y Coronel Nelson Robledo Aldana (Ejército de Chile), respectivamente.

“Destaco el hecho de tener una Fuerza de Paz en la cual trabajamos argentinos y chilenos de forma igualitaria. Hay un alto grado de hermandad”, comentó el Ministro Agustín Rossi.

“Lo que hoy en día estamos presenciando es realmente un trabajo conjunto en que hemos homologado acciones, hemos traído desde Chile y, por supuesto en Argentina, a las tres ramas de las Fuerzas Armadas y eso es vital porque ahí están la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea que van a desarrollar este trabajo conjunto”, concluyó el Ministro chileno.

Misión cumplida

Durante la jornada del 1° de octubre y una vez finalizadas las actividades en el terreno, la Dirección del ejercicio –junto a los jefes de componente naval, aéreo, terrestre y evaluadores– expuso su evaluación, analizando los objetivos generales alcanzados durante el desarrollo del ejercicio. La reunión de crítica tuvo lugar en el Salón de Actos de la Base de Infantería de Marina Baterías.

El General Robledo moderó el análisis de los objetivos principales y luego, con la presentación del coordinador argentino, Coronel Vergara (Ejército Argentino), los comandantes de cada componente (naval, aéreo y terrestre) realizaron el análisis de las experiencias adquiridas en cada escenario, en cada misión ejecutada.

Las voces de los jefes de componente que dieron vida a Cruz del Sur III reflejaron el alcance de los objetivos propuestos. El Capitán de Navío de la Armada Argentina Walter Doná, Jefe del Componente Naval del ejercicio, expresó que “los resultados fueron altamente positivos dado que se cumplió con la premisa de la interoperabilidad, se estandarizaron los procedimientos de Visita, Registro y Captura; los de evacuación aeromédica y el control de aeronaves realizado tanto por controladores aéreos argentinos como chilenos. Al mismo tiempo se incrementó la integración y el conocimiento mutuo entre ambas Armadas”.

El componente terrestre, a cargo del Teniente Coronel Alfredo Pozzo del Ejército Argentino, incluyó a 600 hombres, argentinos y chilenos. “Ya nos entendemos muy bien en cuanto al lenguaje militar y a las actividades en las misiones que cumplimos –que son estándar bajo mandato de la ONU–; gracias a la relación que tenemos y a otros trabajos previos que han existido de entrenamiento, hemos logrado desarrollar un muy buen trabajo y hemos ido evolucionando en el tiempo”, dijo el Jefe de Operaciones del Componente Terrestre, Mayor del Ejército de Chile René López.

“Aunque seamos diferentes en las operaciones, estamos entrenados para coordinarnos ante cualquier tipo de evento que nos pidan a nivel superior”, comentó el Jefe del Componente Aéreo, Coronel de Aviación Fernando Sánchez (Chile).

Cruz del Sur III fue una demostración cabal del nivel de confianza al que han llegado las relaciones entre ambos países como, asimismo, del nivel de interacción entre sus Fuerzas Armadas. En la Base de Infantería de Marina Baterías, como escenario propicio para operar, se dio testimonio de la capacidad para actuar rápidamente y en cualquier escenario mundial con la paz como premisa.